No te preocupes, son tatuajes temporales de unicornio. Tus hijos podrán ponérselos sin ningún problema.
Un tatuaje es tanto un adorno para la fiesta, un complemento para el disfraz, como una forma de divertirse jugando con ellos. Las posibilidades son infinitas.
Estas pegatinas, agua, un minuto y ganas de pasarlo bien son todo lo que necesitas para que los tatoos de unicornio sean un éxito.
Tatuajes mitológicos
Los tatuajes temporales son una buena forma de hacer feliz a un niño. Desean ser como los mayores y llevar sus tatuajes favoritos en los brazos.
¿Porque no contentarlos si es tan fácil? Y si es de unicornio ya no hay nada mejor.
Es el complemento perfecto para su precioso vestido de unicornio. Con él resaltará más si cabe la belleza del vestido y, por qué no decirlo, la belleza de quien lo lleva puesto.
También es de ayuda a la hora de completar un disfraz de unicornio, pues afianza el motivo del que va disfrazado, no dejando resquicio de dudas de quien quiere ser. Un unicornio.
Pero realmente no hay que tener un motivo claro para poder ponerse uno de estas calcomanías, pues ya de por si son un motivo. “Quiero ponerme un tatu de unicornio”. Y ya está. Empieza el juego.
Porque realmente es eso, un juego. Un juego en el que experimentan, en el que aprenden y sobre todo a esas edades, en el que se divierten de forma sana. Compartiéndolos entre ellos, riéndose, porque lo que importa es pasarlo pipa.
Deja que tus hijos jueguen y experimenten. Estaremos potenciando su imaginación y haciéndolos felices. Mil veces nos alegraremos de haberlo hecho.
Aquí, en deunicornio.net, te tenemos una amplia oferta. Mira nuestras imágenes de tatuajes y elige unos cuantos. Si, he dicho unos cuantos, porque, como todo lo bueno, es mejor tenerlos siempre en casa porque nunca sabes cuándo puede ser un buen momento para que tus hijos jueguen con ellos. Bueno, si, en realidad sabes perfectamente cuando, SIEMPRE.
Origen de los tatuajes
Y es que es normal que a nuestros hijos les gusten los tatuajes.
Tendemos a pensar, equivocadamente, que estos “adornos” son relativamente nuevos en la historia. Y es que lo cierto es que tatuarse es una costumbre con miles de años de antigüedad y que la practicaban muchos pueblos. Se han hallado restos en buen estado de cazadores neolíticos tatuados en espalda y rodillas.
En el mundo occidental, a modo de anécdota, decir que estuvieron prohibidos en épocas como la edad media y moderna, donde gobernaba la iglesia católica y que solo les permitían a los caballeros cruzados llevar tatuajes para poder reconocerlos en el campo de batalla.
En Egipto, India, Japón, China, mil años antes de Cristo, el tatuaje comenzó a introducirse.
Y así, hasta día de hoy, en el que el tatuaje, por supuesto con otras connotaciones, está tan arraigado que no necesitamos buscar mucho para encontrar un estudio de tatuajes y poder, en relativamente poco tiempo, disfrutar de uno en nuestra piel.
¡Cómo ha cambiado el tiempo!
Por eso, cuando pienses que el gusto por los tatuajes que tienen tus hijos es una moda pasajera, ni caso. Es una costumbre ancestral que nos permite mostrar quienes somos y a nuestros hijos divertirse aprendiendo.